El vaivén del desarraigo

 

 La travesía de los hijos migrantes venezolanos tiene una sonoridad particular. Sobre todo en tiempos de una pandemia que agudizó al extremo la emergencia humanitaria que ya padecía Venezuela. En este último año, el ciclo migratorio se transfiguró y dejó más expuesta que nunca la fragilidad de los niños, niñas y adolescentes que van y vienen de su país a otros lugares por el que no sienten apego.

 

 En esta serie de pódcast de tres capítulos contamos las historias sonoras de la infancia desplazada que transita errante y sin papeles en ese círculo vicioso e incesante de la migración. Pasen y escuchen sus voces francas.

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Texto:

Liza López y Jonathan Gutiérrez

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Investigación de datos:

Jonathan Gutiérrez

No van a cuentagotas. Tampoco mirando la carretera desde una ventanilla.

No son cientos, sino miles los niños y adolescentes migrantes que han huido de sus casas junto a sus padres o familiares, muchos incluso solos, para atravesar en medio de una pandemia uno o dos —algunos hasta tres— países.

Son desplazados.

Desplazados internos con vocación de migrar, nuevos migrantes, migrantes reincidentes y retornados. Perfiles que ilustran cómo se transfiguró la migración infantil y adolescente desde que se declaró la pandemia en marzo del 2020.

La nueva gráfica cenital muestra un cruce de flujos humanos en distintas direcciones. Un ir y venir que pareciera repetirse como el símbolo matemático del infinito, aquello que no tiene fin o límite.

51.250

niños, niñas y adolescentes se desplazaron entre marzo de 2020 y febrero de 2021 en una migración mixta que cruzó la frontera colombo-venezolana (32.500 retornaron, 18.750 migraron).

Fuente: Proyección basada en análisis de datos y consulta de reportes de OIM, OCHA, Acnur y Unicef (diciembre 2020), la plataforma R4V del GIFMM (enero 2021) y Migración Colombia (febrero 2021).

Flujo en confinamiento

Niños retornados

(movilidad marzo-septiembre 2020)

Son niños invisibles ante las autoridades.

  • No poseen documentos de identidad venezolanos, ni visas de residencia o permisos de permanencia en Colombia. Son una población muy vulnerable.
  • La falta de documentación ocasionó que estos hijos migrantes cruzaran la frontera por rutas no autorizadas y pasos ilegales como trochas y ríos del eje fronterizo colombo-venezolano, en los estados de Zulia, Táchira y Apure (entre marzo y septiembre de 2020).

Son niños expuestos a riesgos como explotación laboral, abuso o explotación sexual, reclutamiento de grupos armados irregulares (guerrilla y paramilitares) y crimen organizado que operan en una extensa frontera de más de 2.200 km.

Niñez no acompañada

Se calcula que

748

niños, niñas o adolescentes no acompañados hicieron la ruta del retorno desde Colombia sin sus padres o representantes (entre marzo y septiembre de 2020).

Son niños y adolescentes que se desplazaron solos, condición que los expone a mayores riesgos.

Fuente: Proyección basada en datos de Acnur y Unicef y el indicador sobre la proporción de niñez no acompañada con respecto al total de niños migrantes que se movilizaron (diciembre 2020).

Niñez no acompañada

Se calcula que

431

niños o adolescentes venezolanos han salido de su país sin compañía de un adulto, entre octubre de 2020 y febrero 2021, desde que se reactivó el flujo migratorio hacia Colombia.

Son niños que se desplazan solos, o en grupos con otros niños y adolescentes, o sin algún adulto responsable.

Fuente: Proyección basada en indicadores de Acnur y Unicef que integran la niñez migrante no acompañada y la niñez en migración pendular no acompañada (febrero 2021), y datos de reportes de la OIM.

Desplazados por la violencia

1.700

niños desplazados integran el grupo de 4.280 personas que huyeron de poblaciones fronterizas de Apure (Venezuela) hacia Arauquita (Colombia) en un desplazamiento forzado por enfrentamientos entre el ejército de Venezuela y guerrilleros disidentes de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) en la última semana de marzo. Son niños venezolanos (83%), y niños colombianos o con doble nacionalidad que residían en Apure (17%).

Fuente: Según reportes de OCHA y Acnur (marzo 2021).

“Entre los nuevos migrantes venezolanos hay un aumento notable de mujeres solteras y niños desplazados que llegan en estados extremadamente precarios. Entre ellos hay niños y adolescentes solos que se fueron solos o han sido separados de sus familias».

Babar Baloch. Vocero de Acnur.

Para muchos niños, ese vaivén comienza de manera intempestiva. Sin previo aviso para preparar maletas.

Así le sucedió a los pequeños Carla, Laura y Andrés. Salieron de su casa de un día para otro con su mamá y su hermano adolescente, sin calcular que había que llevar buen abrigo o comida suficiente para todos porque son cuatro días de camino a pie desde Yaritagua, en el centro de Venezuela, hasta la frontera con Colombia. Rogando “a Dios, rey de reyes” que alguien se detuviera en la vía y ofreciera pan y agua, como contó Carla en La huida en cuarentena, una las historias que les presentamos en esta serie de pódcast.

La huida en cuarentena

[Pódcast] El vaivén del desarraigo · Capítulo 1

125

niños, niñas o adolescentes migrantes cruzan diariamente
la frontera colombo-venezolana en un nuevo ciclo migratorio.

Fuente: Cálculo basado en datos de OIM (febrero 2021), Migración Colombia (febrero 2021), Acnur (febrero 2021) y la plataforma R4V del GIFMM (febrero 2021).

La pandemia por la covid-19 cambió tantas cosas. Entre ellas las dinámicas del flujo migratorio venezolano. Hacia octubre del 2020, una nueva variable llamó la atención: el desplazamiento interno, a pie y en aventones. Después de varios meses de cuarentena, se intensificaron los efectos en el desempleo, la pobreza y en la emergencia humanitaria que ya padecía la población desde hace varios años. 

Y como en efecto dominó, comenzaron a viralizarse estampas de personas que se trasladaban caminando desde distintas regiones de Venezuela hasta las zonas fronterizas, aunque los puntos de salida del país estuvieran cerrados. 

Muchos quedaron varados en algún poblado antes de llegar a Colombia, como les pasó a Carla y a sus hermanitos Laura y Andrés.

La mayoría de los niños, niñas y adolescentes que cruzan como nuevos migrantes ingresan a Colombia por pasos no autorizados porque está cerrada la frontera o restringida la movilidad entre ese país y Venezuela.

Flujo posconfinamiento

(movilidad entre octubre 2020 y febrero 2021)

El flujo migratorio de salida de venezolanos se reactivó a partir de octubre de 2020 con la apertura de actividades económicas en Colombia.

En 2020,

11.250

niños, niñas o adolescentes migrantes salieron de Venezuela camino a Colombia entre octubre y diciembre de 2020.

  • Son nuevos migrantes o integran la migración reincidente que repite el ciclo de salida de Venezuela.
  • Estos niños son parte de los 45.000 venezolanos que salieron de su país y cruzaron a Colombia en el último trimestre de 2020.

Fuente: Cálculo basado en datos de OIM (diciembre 2020), Migración Colombia (diciembre 2020), Acnur (enero 2021) y la plataforma R4V del GIFMM (diciembre 2020 y enero 2021).

En 2021,

7.500

niños, niñas o adolescentes migrantes salieron de Venezuela entre enero y febrero de 2021.

  • Estos niños son parte de los 30.000 venezolanos que han salido de su país y llegaron a Colombia en lo que va de 2021.

Fuente: Cálculo basado en datos de OIM (febrero 2021), Migración Colombia (febrero 2021), Acnur (febrero 2021) y la plataforma R4V del GIFMM (febrero 2021).

“Las consecuencias sanitarias y económicas de la pandemia de la Covid-19 han causado estragos en sus vidas. Los refugiados y migrantes venezolanos ahora enfrentan una miríada de desafíos, incluida la pérdida de ingresos diarios y medios de subsistencia para cubrir necesidades básicas como refugio, alimentos y atención médica. Muchos también corren el riesgo de estar expuestos a la violencia de género, la estigmatización, la explotación y el abuso».

Eduardo Stein. Representante Especial Conjunto de Acnur y OIM para los Refugiados y Migrantes Venezolanos.

Otros siguen su travesía, cruzan fronteras y se convierten en migrantes. Desde que los países receptores como Colombia reactivaron sus actividades económicas tras el confinamiento, también la movilidad migratoria se reinició e intensificó hacia ese país. Porque cuando comenzó la cuarentena, entre marzo y octubre del 2020, el sentido se había invertido: miles retornaron a Venezuela.

Pero en estos últimos meses, de nuevo huyen por miles. Entre octubre del 2020 y febrero del 2021, según proyecciones basadas en reportes de la Organización Internacional para las Migraciones y datos de Migración Colombia, más de 18.000 niños, niñas o adolescentes venezolanos cruzaron hacia territorio colombiano, bien para probar suerte allí o para seguir su tránsito hacia otro destino más al sur del continente.

 

Niños migrantes en situación irregular en Colombia

56%

sin visa de residente ni permiso de permanencia.

Fuente: Migración Colombia (febrero, 2021).

Camila, Daniel, Sofía y Victor son apenas cuatro de los que atravesaron junto a sus familiares el páramo colombiano en el Norte de Santander.

En el flujo de la migración venezolana, este vaivén era una variable poco estudiada: la migración reincidente, la de aquellos que han migrado hasta dos y tres veces. Son migrantes cuya principal meta es buscar a sus hijos y en un nuevo ciclo migratorio, ahora los acompañan hermanos, sobrinos, tíos, abuelos, amigos, y conforman una familia ampliada. Esa es la historia que contamos en La llegada al páramo.

La llegada al páramo

[Pódcast] El vaivén del desarraigo · Capítulo 2

Niños migrantes sin ningún tipo de documento

  • 0 a 5 años 47,9% 47,9%
  • 6 a 11 años 45,6% 45,6%
  • 12 a 17 años 38,1% 38,1%

Fuente: Observatorio del Proyecto Migración Venezuela, según informe de condiciones de vida de los niños, niñas y adolescentes migrantes venezolanos en Colombia (febrero, 2021).

415.000

niños, niñas y adolescentes venezolanos se encuentran en Colombia (24% de los 1.729.537 venezolanos en ese país).

En marzo de 2020 eran cerca de 450.000. La leve disminución se debe a la niñez migrante retornada.

Fuente: Cálculo basado en datos de Migración Colombia (febrero 2021) y datos de Unicef y Acnur (febrero 2021).

Educación

Escolarizados:

200.000 menores migrantes.

Fuera del sistema:

+ de 250.000 niños, niñas y adolescentes migrantes
se encuentran fuera del sistema escolar por encontrarse en situación irregular.

Fuente: Según estudio de Unicef (2020).

Excluidos en pandemia

En la población migrante infantil o adolescente escolarizada el acceso a educación ha disminuido durante las restricciones por la covid-19:

  • 46% de los niños y niñas escolarizados entre 5 y 11 años y
  • 48% de los niños, niñas y adolescentes escolarizados entre 12 y 17 años

no tienen acceso a sesiones o clases virtuales por falta de equipos o conexión a Internet.

Fuente: Reporte de GIFMM Colombia (enero 2021).

Salud

16% de los niños y niñas migrantes entre los 0 y 6 años nunca han sido vacunados.

Fuente: Reporte de GIFMM Colombia (enero 2021).

76% de niños, niñas y adolescentes migrantes no se encuentran afiliados al Sistema General de Seguridad Social en Salud. La principal razón radica en la falta de documentación.

Fuente: Observatorio del Proyecto Migración Venezuela, según informe de condiciones de vida de los niños, niñas y adolescentes migrantes venezolanos en Colombia (febrero, 2021).

 

Tan solo 28% de los niños migrantes venezolanos tienen acceso al servicio de salud y asistencia médica preventiva.

Fuente: Observatorio del Proyecto Migración Venezuela, según informe de condiciones de vida de los niños, niñas y adolescentes migrantes venezolanos en Colombia (febrero, 2021).

Pobreza y alimentación

78% de los niños, niñas y adolescentes migrantes pertenecen a hogares que viven por debajo de la línea de pobreza.

Fuente: Reporte de GIFMM Colombia (enero 2021).

72% de los niños, niñas y adolescentes migrantes hacen el recorrido migratorio sin alimentación adecuada y llegan al país destino en mal estado nutricional.

Fuente: Unicef y Acnur (enero 2021).

55% de los hogares de migrantes venezolanos en Colombia están en situación de inseguridad alimentaria.

Fuente: Oficina del Programa Mundial de Alimentos de ONU Colombia y la Oficina Regional del WFP para América Latina y el Caribe (2020).

“En medio de la actual emergencia de salud mundial, muchos refugiados y migrantes de Venezuela corren el riesgo de quedar fuera de los programas de salud y bienestar social, especialmente aquellos en una situación irregular».

Eduardo Stein. Representante Especial Conjunto de Acnur y OIM para los Refugiados y Migrantes Venezolanos.

En este ir y venir se suman los niños retornados, esos que regresaron a Venezuela durante los primeros meses de pandemia desde Colombia, Ecuador o Perú, y se movilizaron por el territorio colombiano como país de tránsito. Los menores de edad fueron actores desestimados de esta población retornada, pero la cifra que registran las organizaciones multilaterales que estudian la migración es abrumadora: 32.500 de ellos eran niños, niñas o adolescentes.

Algunos tenían apenas cuatro años cuando recorrieron con su mamá y su abuela casi 2.000 kilómetros caminando, en autos ajenos, por trochas, para salir y regresar a su país. Todo en menos de dos meses, y con la covid-19 acechando. Eso y más lo vivió la niña Fraymelis, tal como lo cuenta su mamá en El retorno a casa.

70%

de niños migrantes ha hecho el camino a pie. Algunos solo con la ropa que llevan puesta.

Fuente: Acnur (diciembre 2020).

El regreso a casa

[Pódcast] El vaivén del desarraigo · Capítulo 3

“A medida que las condiciones en Venezuela siguen deteriorándose, muchos llegan a Colombia débiles, en mal estado nutricional, habiendo soportado la pobreza y penalidades durante muchos meses».

Babar Baloch. Vocero de Acnur.

En estos tres relatos sonoros quedó grabada la entonación con las que estos pequeños y sus padres describen su andar errante por los caminos hostiles hacia y desde la frontera. Sus testimonios son una evidencia imposible de editar o disfrazar con efectos especiales que revelan los riesgos a los que se someten en el trayecto: violencia, explotación, accidentes, hambre.

Son historias del destierro y la desprotección de una migración infantil forzada.